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martes, 9 de agosto de 2011

El quitagrasas milagroso



KH-7 – Quitagrasas lavavajillas (2011)


Una de las grandes críticas que suele tener el mundo de la publicidad es la gran discriminación sexual que se puede observar en muchos anuncios. Y aunque parezca sorprendente, en esta sociedad de lo políticamente correcto, la segmentación, no ya por sexo, sino sexista, no ha disminuido tan apenas.

Y es que poco hemos avanzado en esto. Los anuncios de juguetes ya nos remarcan la diferencia desde pequeños, a los niños siguen vendiéndoles coches y muñecos de acción, y a las niñas muñecas y cocinitas. Luego no es de extrañar que cuando crecemos, los anuncios de coches sean para nosotros y ellas se queden con los productos de limpieza.

¿Eso significa que los anuncios son iguales que hace treinta años? Ni mucho menos. La mentalidad cambia a lo largo de los años, y la imagen que estos anuncios quieren mostrarnos sobre nosotros mismos también ha de evolucionar.

Y de esta evolución surge la campaña de la que hoy vamos a hablar.





KH-7 – Vitro Espuma (2011)



No nos encontramos con los típicos anuncios de productos de limpieza. No hay ama de casa de esas que podrían cumplir la máxima de “en casa y con la pata rota”, sino una mujer que muestra su independencia. No hay diálogo estúpido con la vecina o la suegra, sino una melodía envolvente. Y la dirección de Bigas Luna le da un aspecto técnico y visual que se aleja enormemente de la tradicional cutrez de estos anuncios.

Además, es el ligue el que limpia, y no ella. Lo cual da un aire muy moderno y rompedor.





KH-7 – Quitagrasas genérico (2011)



¿Podríamos decir que este anuncio no es sexista? El anuncio nos muestra una mujer dominante. La carga sexual sirve para que la que vea el anuncio piense que es un buen producto, porque mira, este chico me limpia la casa y de paso me desatasca las tuberías. Y encima el chico verá los beneficios que tendrá por limpiar un poco.

Pero los anuncios buscan la reacción subconsciente, esa que ataca nuestros instintos básicos, Y lo que hay bajo esa máscara moderna es una campaña sexista, que sólo es igualitaria con los anuncios dirigidos a hombres en que usa el sexo de un modo descarado. Pero sigue siendo un anuncio para mujeres: es ella, no la que limpia, pero si la que hace limpiar, la que indica cómo debe hacerse, porque es ella la que sabe cómo se hace. Cuando le enseña a usar los productos, actúa más como madre que como amante, y al final, la limpieza es cosa de mujeres porque los hombres no tenemos ni idea.

Eso si, el premio por tener la casa limpia es un buen polvo. Por lo menos, el quitagrasas ya lo venden como si fuera un coche.




Nota: los anuncios los he extraido de aquí

2 comentarios:

Jenn dijo...

Jajajajajajajajaja, la frase final es demoledora, jajajajajaja.

Ya pensaba que se te había olvidado escribir... Sigue, sigue, no lo dejes ahora ;)

Hayley Stark dijo...

uy.. es que no puedo con esta campaña... aunque, peor es el anuncio del caldo gallina blanca con bebé mutante incluído.
Por q no lo usas para volver?¿